Los argentinos finalmente decidieron apostar por el candidato libertario, que se convertirá en presidente del país a partir del 10 de diciembre.

Sus primeros pasos tras ser ungido muestran pragmatismo, mesura y autoridad, tres características que ciertamente necesitará para poder estabilizar la economía y asegurarse la gobernabilidad con un Congreso dividido y el peronismo como principal oposición.

Los mercados reaccionaron positivamente a su elección y las acciones y bonos argentinos treparon como la espuma.

De momento, cunde cierto optimismo.

En este artículo explico algunas de las claves de los próximos pasos del ya presidente electo, en una Argentina que contiene el aliento ante el fuerte ajuste fiscal que se avecina.

Buena lectura.

Un recorte del gasto público del 15% del PIB sería ciertamente calificado como austericidio en cualquier país europeo y difícilmente algún partido político del continente se atrevería a llevarlo a la práctica, ni siquiera los más liberales de extrema derecha.

Pero tal es la “poda” que ha anunciado Javier Milei para reducir el déficit fiscal en Argentina en 2024. Según él, no hay margen para el gradualismo y lo que necesita la economía del país es un shock que la estabilice y la prepare para crecer.

Las elecciones del domingo 19 de noviembre parecen ya muy lejanas, luego de una frenética semana en la que las acciones y bonos argentinos en Nueva York crecieron como la espuma, como también lo hizo el índice Merval de la Bolsa de Buenos Aires, mientras el riesgo país caía en picado.

Todo eso ha conseguido Milei, cuando aún no ha asumido.

El kirchnerismo parece ya cosa del pasado y el propio Massa se ha esfumado, aunque continúa siendo el ministro de Economía.

Pero quien manda ahora es Milei y, entre bambalinas o no, su nuevo aliado Mauricio Macri.

La situación sería bien diferente en caso de haberse impuesto Sergio Massa. Probablemente los mercados habrían recibido con pérdidas su victoria y un viento de conformismo soplaría desde La Quiaca a Tierra del Fuego, y aún más allá.

Según los resultados finales, una amplia mayoría de los electores de Juntos por el Cambio se inclinaron por el líder de La Libertad Avanza, en busca de un cambio de dirección para el país. Las ansias de una posible mejora pudieron más que los riesgos e incógnitas que planteaba la candidatura del libertario.

Parece que el presidente electo ha entendido el mensaje y ya esta misma semana ha moderado su mensaje y sus formas y ha tomado decisiones en la dirección de un cambio más tranquilo.

Al anunciar en una entrevista televisiva el recorte astronómico que plantea en las cuentas del Estado respondió con un tajante “a esos no se los toca” al ser preguntado si ese recorte recaería sobre los que menos tienen.

Prometió que no dejará tirados a los sectores más pobres y que será el sector público y los empresarios prebendarios quienes pagarán la factura.   

Sí anunció, sin embargo, la paralización de la obra pública, ya que “no hay plata” y cuadrar las cuentas es la prioridad para generar confianza y evitar el fantasma de la hiperinflación.

Junto a ello, la conformación de su gobierno plasma una coalición de facto con el ala más dura del PRO de Mauricio Macri, con la incorporación de Patricia Bullrich como ministra de Seguridad y de otros cuadros vinculados a la antigua gestión macrista, entre los cuales, el posible ministro de Economía, Luis Caputo.

Milei ha anunciado que está dispuesto a hacer tabula rasa con todos aquellos con los que ha tenido diferencias en el pasado y buena prueba de ello es la conversación que mantuvo con el Papa Francisco, para quien tuvo palabras insultantes hace solo unos meses y al que ahora ha invitado a visitar el país.

Además, se ha mostrado dispuesto a incorporar a su gobierno a figuras de otros espacios, como el peronismo no kirchnerista o el ala más liberal de la Unión Cívica Radical, además del PRO.

Si bien la inflación sigue golpeando el bolsillo de los argentinos, se vislumbra un cambio de rumbo en la política económica, y desde el entorno de Milei ya están trabajando para presentar un paquete de leyes a partir del 10 de diciembre con dicho objetivo.

Para conseguir su aprobación será clave la negociación con el PRO, el sector de Juntos por el Cambio que se declaró neutral en el balotaje y otros sectores no kirchneristas.

El viento que sopla hoy desde las Cataratas de Iguazú hasta el glaciar Perito Moreno es de optimismo. Cauto y no muy fuerte, pero optimismo al fin.

Para un país con un 140% de inflación anual y la mitad de su población en la pobreza, ya es mucho.

El 10 de diciembre asume Milei y empieza el partido.

Ojalá que esta vez sea el partido definitivo que devuelva a Argentina a la Champions mundial.

Veremos.